Al grito de Fachas fachas, las lesbianas la emprendieron con Parrondo y todos sus clientes
Situación. Una amiga asturiana nos invitó a unos cuantos a su cumpleaños. Y eligió el bar Parrondo, porque desde que ella llegó aquí la han tratado muy bien, y aunque sabía que él era un poco facha, nunca ha tenido problemas con él en ese sentido.
El caso es que estábamos fuera tomándonos algo tranquilamente, y la calle se empezó a atestar de lesbianas, periodistas, cámaras y fotógrafos. Yo había leído algo del asunto, pero los demás no sabían nada. Y es que resulta que dos lesbianas se habían besado el día anterior en el Parrondo, y el dueño del bar las había echado de mala manera, con insultos y demás. Él esboza otra versión, lógicamente, diciendo que una se sacó un pecho y la otra se lo chupó, y que fue entonces cuando las echó.
Evidentemente esto no ha sentado bien entre la comunidad homosexual, y habían convocado una manifestación para este mismo día en el que nosotros estábamos allí. Las lesbianas se daban su lote delante del bar, los periodistas intentaban entrar con los ojos brillantes de emoción carroñera, y los manifestantes gritaban facha, facha, facha, y otras cosas similares.
A mí me parece muy bien que se manifieste una comunidad así, y además, nosotros apoyamos esa causa, de hecho uno de nuestros amigos era gay, pero me pareció fuera de lugar que insultasen también a la gente que estábamos dentro. Porque a mí no me conocen de nada como para llamarme facha.
Cuando estábamos fuera y se empezó a revolucionar el personal, llegó un camarero del Parrondo y nos obligó a meternos dentro. Esto no me gustó, pero la del cumpleaños lo consideró necesario, y obedecimos. Pero entonces, ya estaban formados los bandos. Sin quererlo, nos había tocado estar de parte del Parrondo. Y no nos convencía nada el asunto. Al principio, quisimos pagar e irnos, para apoyar a las lesbianas que estaban fuera, claro.
Pero a los que salían les insultaban y pitaban, y francamente, no era plato de buen gusto salir por esa puerta en esos momentos tensos. Y lo que sí era plato de buen gusto eran las tapazas que nos estaban poniendo, que se esmeraron por la tontería de la manifestación, y venga a salir sidrina y chorizito con patatas. Nos sentíamos un poco vendidos, la verdad. Pero bueno, nos lo tomamos con sentido del humor y así pasamos el rato, pensando que nos estaban engordando a tapas para comprar nuestro voto facha.
Lo que quiero reseñar es que yo conocía a dos lesbianas que estaban fuera, y que representan muy bien el concepto que quiero que entendáis. Una era de mi facultad, y siempre ha sido defensora de causas perdidas y nobles. Realmente estaba apoyando algo justo, en lo que creía. La otra es una lesbiana de familia adinerada y simpatizante del PP. Y ésa estaba llamando fachas a los que estábamos dentro.
No digo más.
viernes, 18 de julio de 2008
Las lesbianas y Parrondo
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