miércoles, 21 de mayo de 2008

La carroña de la carroña


Estábamos hartos de ver cómo los periodistas de la prensa "rosa" y sangrienta arremetían sin piedad contra los famosos de medio, largo y corto pelo. Incluso también sabíamos de la existencia de otros programas de "otro corte" que criticaban a los que critican a los famosos. Pero es que lo de la Sexta no tiene nombre.

Hace poco que veo esta cadena, -ahora tengo más tiempo libre-, y es un poco bochornoso. En el programa Sé lo que hicísteis... con Patricia Conde y Cía se ciñen exclusivamente a hablar de retales de los programillas del corazón. Y así llevan un montón de tiempo. Además han recibido premios a la mejor presentadora y copresentador... Cosa difícil de captar para un entendimiento medianamente sensato.

Patricia Conde es una grandísima cómica, que ha hecho buenas cosas, y con muy buen resultado, pero ahora creo que está vendiendo un producto pésimo. Ella, toda mona -eso sí-, permite comentarios mordaces y casi nunca graciosos de sus contertulios y como leit motiv aburrido y manido, el tema del corazoneo. Atacan a los periodistas del corazón por lo mismo que ellos hacen, es decir, reírse de los personajillos corazonaicos, como Paquirrín, la pantoja... y los que sean.

Creo que estamos asistiendo a un declive del corazón, y estos programas de entretenimiento que se nutren de la prensa rosa, ya no tienen cabida. Alguien les tiene que despertar: NOS ABURREN.

¿Dónde está el dinero?

Las tan aclamadas ayudas para el alquiler que venía promulgando el gobierno para meterse a los jóvenes y jóvenas en el bolsillo están demorándose en exceso. Todos nos creímos a pies juntillas -yo aún sigo albergando la esperancilla- lo de que nos iban a dar 210 euros al mes de ayuda al alquiler a los que teníamos entre 20 y 35 años.

En el momento de solicitarlo, en la oficina de la vivienda te dicen que debes esperar de seis meses a un año para que te confirmen que te los han concedido. Y aunque te lo concedan, puede que no haya dinero, según me dijeron a mí, y no te puedan dar la ayuda. Las intenciones están muy bien, queridos gobernantes, pero claro, cuando hablamos de dinero... no está bien quedarse solo en eso. No se juega con el dinero de la gente, y menos de los que menos tienen.

El caso es que lo que realmente nos ha escocido a los de Madrid es que nos hemos enterado que en otras provincias mucho mejor avenidas con el Gobierno Central ya están recibiendo las ayudas desde hace dos meses. Nosotros seguimos esperando desde enero, y no vemos el dinero ni por asomo.

Entre el gobierno pepero de Madrid y el de España se están pasando la patata caliente, y al no ponerse de acuerdo, ¿quién paga las riñas y disputas? Pues una vez más, nosotros, los inocentes ciudadanos.

lunes, 19 de mayo de 2008

San Isidro cutre

Otra vez las mismas fiestas de pueblo pueblo

Ojalá fueran fiestas de pueblo, por cierto. En verano voy a un pueblo en el norte de Palencia que hacen unas fiestas que ya quisiera el Ayuntamiento de Madrid. Sí, sí, es Barruelo de Santullán, que si no lo digo, me mata mi novio. Allí se preparan unas buenas, sobre todo en cuanto a comida. Igualito que en Madrid, que es bochornoso. Ayer me tuve que llevar cuatro bocadillos, latas de cerveza y una botella de vino para ver los conciertos de las Vistillas. Que está muy bien, ya, pero ¿no podrían poner puestos de comida por allí, que alegran la vista que es una cosa mala? Y es que lo llevo notando año tras año. Yo, y cualquiera que haya seguido esta evolución nefasta de NO A LA COMIDA EN LAS FIESTAS. ¿Pero cuándo se ha visto algo así?

En este pueblo del que hablo, y me consta que en otros muchos de España así se hace, las peñas, funcionarios o vecinos bien avenidos, se hacen cargo de todo. Y se monta. Chorizos, pancetas, morcillas, cangrejos, y todo lo que sea típico de la zona empieza a desfilar por doquier. Tú te pones a la fila, y hala, a recoger tu chorizo grasiento que te sabe a ambrosía. Porque es de pueblo, porque lo ha hecho la señora Chelo con todo su cariño, y porque lo comes al aire libre, que huele a orégano y a monte fresco.

Qué gusto da comer tu trozo de carne acompañado de pan caliente viendo a la orquesta Cócktel haciendo de las suyas. Hasta casi te parece estar viendo a los Rolling... Mmmmm.

Aquí en Madrid hace unos cinco o seis años había puestos de comida en las Vistillas, que alegraban, y mucho, el cotarro. Poco a poco, los fueron quitando, y los que quedaban te daban unos estoques que te tenías que ir a casa a clausurar tu noche. Y ahora desde hace un par de años o tres, no sabemos por qué, ya NO NOS DAN LA OPCIÓN ni de comprar comida cara. Y me parece una verguenza, porque pueden llevar al Josele Santiago, Malevaje, Fórmula V o Eva y su Madrid, que nunca será lo mismo sin el olor de la morcilla y el crujiente de la panceta en tu boca.

Los dos puestos que había con comida el primer día de las fiestas fueron desalojados con malas formas por las fuerzas de seguridad del ayuntamiento, que parece que se multiplican cuando se trata de ir a un evento festivalero. NO saben ni nada estos depredadores de la tranquilidad y la paz.

Así que, las fiestas más cutres que he pasado en mucho tiempo han sido las de San Isidro, en Madrid. Qué fuerte.